“MI CONFRONTACIÓN CON LA DOCENCIA”
ACTIVIDAD 2 SEMANA 1 “ENTRE LA DOCENCIA Y MI PROFESIÓN”
Tengo como profesión licenciatura en administración y recién me recibí empecé a trabajar en un Sanatorio en al área de Servicios Generales, me gustaba mucho mi trabajo sin embargo siempre desde estudiante tenia la espinita de ser maestra, aunque yo hubiera querido ser normalista por diferentes cuestiones no se pudo, pero de alguna forma mi trabajo era trato con personas, darles inducción a su área de trabajo, finalmente hubo la oportunidad de colocarme como docente en el Plantel Conalep Celaya, todo esto sin estar planeado de hecho fue una actividad complementaria me gusto tanto que aunque me implicaba doble esfuerzo seguí con mis clases hasta que definitivamente me ubique como docente de tiempo completo a nivel medio superior y superior.
Desde que inicie labores como docente tengo la necesidad de enseñarles todo lo que se de los temas a los alumnos de trasmitirles experiencias que le pueden ayudar a nivel personal y laboral, en ocasiones pareciera que son mis hijos procuro escucharlos y entiendo sus necesidades, procuro hacerles la estancia en mis clases amena, y cuando fuera de la escuela los encuentro y me saludan con una sonrisa me siento muy orgullosa de ser maestra, me agrada que me digan maestra y no Licenciada, considero que mi profesión me permitió desarrollar mi verdadera vocación pero sin la profesión no tendría las herramientas suficientes para proporcionar los conocimientos que me demandan las materias que imparto, en este nivel en particular a mi en lo personal me parece un momento clave para acompañar en su desarrollo a los alumnos es un tiempo justo donde toman decisiones trascendentales en su vida: Sigo estudiando o no? ¿Cuál carrera elijo? ¿Tomo, fumo o no lo hago? ¿Me embarazo? ¿Me caso? Y en algunas ocasiones te toca ser su asesor o tutor, ayudándole a clarificar su situación y así poder tomar la mejor decisión, algunas otras ocasiones ayudándoles a estructurar su plan de vida, es muy interesante convivir con jóvenes entre 15 y 18 años y cuando finalmente los ves vestidos de gala acompañados de su familia recibiendo sus documentos es indescriptible la emoción y alegría que siente uno como docente al haber colaborado en parte a este éxito, quizás solo empañados por algunos alumnos que se quedaron en el camino, y en ocasiones el mal sabor de boca cuando algunos proyectos no se pueden realizar por falta de presupuesto, por normatividad o por apatía de algunos compañeros, pero si balanceamos las satisfacciones con las insatisfacciones ganan definitivamente las satisfacciones que recibimos cada día con cada alumno salvo algunas excepciones )y ojala nunca nos cansemos de ser maestros pero sobre todo no olvidemos el objetivo de nuestra labor.
domingo, 25 de octubre de 2009
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